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¿Quieres que tu coche dure el máximo de años posible? Hay ciertas piezas básicas e indispensables que debes vigilar minuciosamente para que esto ocurra. Adquiriendo ciertos hábitos y prestando atención al estado de tu coche podrás aumentar su vida útil sin problema. Desde desguaces El Choque te contamos qué elementos debes atender y cómo debes hacerlo.
Aquí te dejamos los puntos principales de los que te hablamos en este artículo, si quieres puedes ir directamente a lo que más te interesa.
Hay ciertos componentes de un vehículo que si se estropean hacen que el coche deje de funcionar o cuya reparación es demasiado cara para que compense su realización en el caso de coches con más años de antigüedad. Aunque mencionemos piezas básicas, no significa que el resto de las piezas existentes no sean importantes o que no debas seguir algunos hábitos al volante para ayudar a potenciar su buen funcionamiento.
Es el que permite el movimiento del coche y orienta las ruedas pertinentes para conseguir la trayectoria deseada. Tiene 4 elementos básicos:
Para revisar que el sistema funcione en óptimas condiciones debes comprobar que al maniobrar no se producen movimientos extraños o tiembla el volante, también es importante ver si la presión de los neumáticos es la adecuada y cambiar el líquido de dirección cada 60.000km. Si se produce un fallo de alguna de estas piezas, en la mayoría de los casos la causa es que las ruedas están equilibradas de manera errónea y por tanto, se debe acudir a un profesional. También puede pasar que algunas de las piezas anteriormente mencionadas estén dañadas y por lo tanto, deben ser sustituidas por unas nuevas.
Hay diversos tipos de filtros que componen un vehículo. El filtro del aceite permite que no pasen impurezas de este líquido. En coches de gasolina está también el filtro del combustible que debe cambiarse entre los 40.000 y 80.000 kilómetros. En los de diésel este elemento permite eliminar la corrosión o la humedad y debe sustituirse entre los 30.000 y 60.000 kilómetros. El filtro del aire es aquel que purifica el aire donde se mueve el vehículo para que el motor no se dañe. Debe cambiarse cada 15.000km aproximadamente. Todos ellos deben ser revisados cada vez que se complemente alguna de estas distancias para garantizar su buen funcionamiento. Desde hace unos años también encontramos el filtro de partículas que se ubica debajo del coche y filtra el hollín procedente de la combustión del motor para que sea expulsado en menor medida a la atmósfera. El propio coche acciona la regeneración del filtro cada 1.000 kilómetros y el proceso dura entre dos y tres minutos. Para detectar si hay un fallo en este elementos puede encenderse o una luz o notar una cierta sensación de que el coche pierde potencia, en ese caso es que el filtro está lleno y debe limpiarse.
Es un sistema que regula la presión del combustible para que vaya a la misma velocidad que los inyectores permitiendo la inyección de este en los cilindros regulando las velocidades del motor.
Para cuidar este sistema debes cambiar el filtro de combustible anteriormente mencionado y procurar no dejar el depósito al mínimo. Si quieres reparar cualquiera de los elementos que lo compone deberás acudir a un taller para sustituirlos o para realizar una limpieza.
Es el elemento encargado de bombear el líquido refrigerante y enviarlo a los conductos pensados para este fin, cerca de la culata, el radiador y el motor absorbiendo el calor existente y expulsándolo al exterior. Si notas fallos en la bomba puede ser porque no se use el refrigerante adecuado o su calidad sea mínima o porque la correa que la acciona está mal ajustada. Se recomienda limpiarla cada 50.000km y no usar agua como sustitución de líquido refrigerante. Si se deteriora, sea cual sea el motivo de la avería, debe reemplazarse por una nueva.
Es uno de los sistemas más complejos del coche. Se compone de:
Su función principal es transmitir la fuerza necesaria para que las ruedas motrices se muevan. Debes prestar especial atención y cuidado a este sistema ya que recoge las acciones directamente establecidas por el conductor cuando acciona el embrague para cambiar de marcha. Para cuidarlo debes cambiar el aceite tras el tiempo establecido por el fabricante, adecuar el peso del interior del vehículo a lo que realmente soporta y realizar las maniobras necesarias sin brusquedad y sin forzar.
Si notas un fallo en alguno de los elementos de este sistema, actuar a tiempo puede ser clave para evitar daños mayores. Por eso si notas ruidos metálicos, vibraciones excesivas, zumbidos al detener o encender el vehículo o te cuesta realizar acciones que antes hacías con normalidad acude a un mecánico para buscar la solución antes de que se agraven las consecuencias del deterioro.
Unido a lo anteriormente expuesto está el embrague. Es otro sistema unido por engranajes que transmite el giro del motor a la transmisión para producir el movimiento de las ruedas cuando se accione una marcha. Está compuesto de:
Al ser un elemento usado constantemente en cuanto iniciamos la marcha, hay costumbres que podemos instaurar en la conducción para reducir el daño producido al embrague. Entre ellos están: soltar el pie en semáforos o largas paradas, conducir con el pie constantemente apoyado en el pedal, no pisar a fondo al cambiar de marcha o ignorar los ruidos raros que escuchemos al hacer alguna de estas acciones. De hecho, las averías producidas en el sistema de embrague suelen ser comunes y se pueden solucionar reparando alguna de las piezas dañadas, sin embargo, por seguridad y comodidad se recomienda cambiar todos los elementos para conseguir un funcionamiento óptimo.
Hay ciertos elementos del coche que cuando se deterioran o se necesitan cambiar compensa adquirirlos en un desguace para tenerlos de segunda mano. No solo contribuiremos al proceso de reciclaje y compromiso con el medio ambiente, sino que también nos permitirá ahorrar en su compra. Por eso, en desguaces El Choque tenemos todo tipo de piezas de coches de numerosos modelos para que puedas conseguir la que necesites. No dudes en visitarnos o consultarnos cualquier duda. Nos encontramos en San Martín de la Vega. ¡Estaremos encantados de recibirte!
