Es una pregunta que sorprenderá a más de una persona porque casi el 100% de los materiales de nuestros vehículos pueden reciclarse (Quieres tasar tu coche y saber su precio). Uno de los aspectos esenciales para poder preservar de manera adecuada el medio ambiente es hacer uso del reciclaje en todos los sentidos. Cualquier desecho generado se puede procesar y transformar para ofrecerle una nueva vida útil. De esta forma se contribuye a economizar en procesos industriales, acabar con residuos y a reducir la explotación de los recursos. Y si la acción del reciclaje la tenemos bien instaurada en los productos del día a día, ¿por qué no conocer que pasa con nuestros coches usados? Desde desguaces El Choque te lo contamos todo.
Aquí te dejamos los puntos principales de los que te hablamos en este artículo, si quieres puedes ir directamente a lo que más te interesa.
Antes de hablar sobre la reutilización de los elementos de un coche, un proceso que suele ser bastante desconocido para la mayoría de gente, te queremos enseñar alguna que otra curiosidad:
Y sí, parece mucho y es una normativa hecha desde la ambición porque aquí van más datos:
Por lo tanto, está claro que el reciclaje es un proceso complejo que incluye diferentes partes y tratamientos para poder aprovechar lo máximo posible de un vehículo y en las mejores condiciones. Te explicamos cada detalle a continuación.
Una vez llega tu vehículo al desguace y ha pasado todos los procedimientos necesarios es impresionante la cantidad de funcionalidades que pueden tener los materiales de tu coche fuera de su uso habitual. Te presentamos los más comunes.
El elemento mayoritario de lo que está hecho un coche son metales como el cobre, aluminio o zinc entre otros. El acero de la estructura es lo más fácil de aprovechar. Simplemente se separa y se funde para pasar a ser reutilizable en otros sectores de la industria. Puede ser en forma de estructuras metálicas, de chapa, para nuevos vehículos o incluso como material para el sector de la construcción. El porcentaje total que se recicla de este tipo de materiales es un 75%.
Aunque el plástico lo encontramos en la mayoría de los objetos que nos rodean, los de los coches se utilizan normalmente para aislantes o de vuelta para los elementos de los que provienen en la industria del motor. Lo mismo pasa con las telas, se suelen dedicar a los mismos fines como complemento de material de las piezas nuevas. Aunque también es sorprendente donde puede acabar el plástico de un coche, podría ser parte de las chanclas que nos ponemos en verano o de la botella que estamos bebiendo.
Su composición está hecha principalmente de goma que es la que proporciona adherencia al suelo y recubre la carcasa que suele estar hecha de materiales textiles o de acero. Ahora bien, al ser la parte que soporta más fricción es la que se desgasta con más frecuencia (por eso el cambio de ruedas) y por tanto cuando un coche llega al desguace su estado no suele ser el más indicado. Pero, si su condición lo permite se vuelven a recauchutar y pasan a utilizarse en un nuevo vehículo. Si el desgate es absoluto no se pueden reaprovechar y pasan a triturarse para convertirse en una especie de pasta granulada que presenta diversas aplicaciones: combustible, parte de césped artificial, parte de las carreteras para mejorar la calidad del cubrimiento al mezclarlo con el asfalto, muebles y un destino que causa sorpresa como es el suelo amortiguador de parques infantiles.
Tal como se presenta la industria actual, el vidrio que contiene un coche ronda el 3,5% del total. Y eso que en los últimos años la superficie acristalada que compone un vehículo ha aumentado un 15%. Sin embargo, el vidrio usado es de mayor calidad, más fino y resistente por lo que no se necesita tanta cantidad. ¿Qué se hace con estos componentes? En la mayoría de veces se vuelven a usar en otros coches para nuevas ventanillas y lunas pero también pueden acabar en ventanas de edificios o en plantas industriales.
Cuando un coche llega al desguace hay que vaciarle los diferentes líquidos que pueda contener en su estructura. Uno de ellos y el más contaminante es el aceite ya que si se produce un vertido del mismo puede causar daños irreversibles. Por eso, el aceite usado que se retira de los vehículos se somete a un proceso de regeneración que elimina agua, aditivos, metales y otros sedimentos para volver a convertirlo en aceite lubricante. También, aunque es minoritario, se recicla enteramente para usarlo en materiales como el betún asfáltico que se usa posteriormente para asfaltado de carreteras o telas impermeabilizantes. Otra opción es su conversión en un combustible alternativo o su utilización en procesos industriales. Para haceros una idea de cifras, para obtener alrededor de 2 litros de aceite nuevo se utilizan unos 3 litros de aceite usado. Por eso, es importante incidir en estos procesos de reciclaje ya que el beneficio para todas las partes de la industria es considerable.
Aunque es obvio que cuando un coche llega al desguace no va a tener casi cantidad de gasolina los pocos residuos que quedan se deben eliminar y reciclar. Se debe etiquetar de manera adecuada y por supuesto, está prohibida su venta. Por otro lado, los gases que se obtienen de un coche usado suelen ser procedentes de los conductos de aire acondicionado, si se trata de gases dañinos para la capa de ozono simplemente se destruyen y eliminan, si no, se purifican y se reutilizan para otras funciones.
Actualmente y más con el auge tecnológico que estamos viviendo nuestros coches tienen más componentes electrónicos por lo que el nivel de cableado en su estructura aumenta, por lo que también tienen que aumentar las opciones y el proceso de reciclaje de los mismos. Primero se debe separar el metal del plástico para no mezclar componentes. Después, ambos materiales son reciclables por lo que se les puede dar un nuevo uso fácilmente, lo más común es que se vuelvan a utilizar para cables de nuevos vehículos y conductores de corriente.
Hemos hablado de todos los materiales que se pueden reciclar y en qué se convierten, sabiendo que hasta el 95% del coche se puede reciclar, pero ¿qué pasa con ese 0,5%? ¿Qué materiales de un coche no pueden ser reciclables? Aunque supongan un porcentaje muy bajo del total hay piezas que es inevitable que acaben en la basura, entre ellas se encuentran las zapatas de freno, algunos líquidos peligrosos o partes del filtro del aceite del cual solo se puede reutilizar un 0,8%. Sin embargo, estas cifran son mínimas en comparación con la cantidad de objetos en los que se puede convertir el resto de nuestro vehículo y más, en los últimos años cuando el proceso de reciclaje ha aumentado su eficiencia y efectividad.
¿Esto qué significa? Hemos hablado de cómo los materiales de los coches se aprovechan para darles una segunda vida, pero el proceso también funciona a la inversa. Por ejemplo, que algún material plástico de la botella que estás consumiendo pueda ser parte años después de la tapicería del asiento de un Audi, sorprende ¿verdad? Pero como todos sabemos ese es el objetivo, conseguir que las cosas no pierdan su funcionalidad y puedan reutilizarte muchos años más reinventando su uso. Hace unos meses este mismo fabricante de coches anunciaba que con más de 40 recipientes plásticos de 1,5 litros se podía recubrir un asiento de tapicería. También otras marcas como Ford aplican soluciones al respecto ya que por ejemplo hacen alfombrillas con botellas de plástico y con las cápsulas desechables de café además de otros materiales fabrican carcasas para los faros que resultan más ligeras que las convencionales. Todas estas acciones podrían ser el comienzo de un futuro en el que triunfe el aprovechamiento de todo tipo de materiales provenientes de sectores muy diferentes.
En los últimos años se ha instaurado cada vez más el fenómeno del coche eléctrico y su compra es cada vez más común entre las personas que apuestan por favorecer al medio ambiente. Pero, el reciclaje de sus piezas también es complejo al llevar elementos peligrosos integrados en las baterías. Estas baterías tienen que moverse en contenedores especiales para trasladarlas a trituradoras que recuperan el plomo que se reutiliza en nuevas piezas aplicables a otras baterías. Aunque actualmente, los coches eléctricos tienen un menor desgaste por su reciente implantación por lo que todavía queda mucho por explorar en el aprovechamiento de sus componentes de manera óptima. La media apuntada por las compañías para la vida útil de una batería es entre 10 y 15 años, dependiendo mucho del cuidado y uso del coche y de su cantidad de recargas. Pero ya se van pensando soluciones porque las baterías que no sirvan para un coche pueden volverse a utilizar en parques eólicos e incluso hogares. Lo que está claro es que no se deben desperdiciar y de alguna manera, ya sea en conjunto o en su descomposición por separado deben reconducirse a otras industrias.
En Desguaces El Choque estamos comprometidos con un proceso de reciclaje óptimo y efectivo para poder preservar nuestro entorno en las mejores condiciones posibles. Por eso, no solo contamos con un procedimiento experto en la descomposición y evaluación de un coche usado cuando se acaba su vida útil, sino que también ofrecemos piezas y recambios de todo tipo. De esta manera podrás optar por un elemento más económico y que no suponga una fabricación nueva. Con esta decisión ayudarás en todo el proceso de reciclaje y sumarás una acción más en la lucha contra el cambio climático del planeta. Ven a visitarnos en San Martín de la Vega, Madrid y consúltanos todas las dudas de manera presencial, telefónica u online. ¡Te esperamos!